En principio el maíz no era del gusto de los españoles, pero no pagaba renta a los nobles terratenientes, ni tampoco el diezmo de la Iglesia con lo que se convirtió el alimento de los pobres, además tenía rentabilidad por multiplicar el producto sobre la siembra y se empezó a cultivar en los huertos, provocando los gravámenes de los señores. Como si algo va mal siempre puede ir peor apareció una enfermedad que padecían sus consumidores que llamaron " Peste asturiana" y más tarde " Mal de la rosa". La gente lo señaló como una maldición de los aztecas por haber llevado la viruela.
La aparición de la enfermedad que afectó fundamentalmente a la gente más humilde situada en la cornisa norte y noroeste del país, dedicada a la agricultura, presentaban una piel áspera con manchas y costras, trastornos digestivos y nerviosos con cambios en su comportamiento. No se sabía si era una enfermedad contagiosa y se empezó a tratar a los enfermos como leprosos.
Ya para el siglo XVIII la enfermedad se había extendido por parte de la Península Ibérica,Francia, Italia, Grecia y otras partes del este europeo, pero no se tenía conocimiento de cual era su causa y si se trasmitía o no, se pensaba que el maíz tenía un hongo que la causaba. La primera descripción de la enfermedad la hace Gaspar Casar que dice que es un mal que afecta la zona de Asturias que aparecía con dermatitis, eritemas en los dorsos de las manos y pies, con demencia y trastorno de conducta y él observó que los enfermos tenían un consumo basado en el maíz e indicó que este tendría algún producto que perjudicaría la salud, lo mismo que observó el doctor Fracolli que le dio el nombre de pelagra " piel agra" que significa piel áspera, pero se seguía pensando que fuera contagiosa o hereditaria.
En los primeros años del siglo veinte la enfermedad se extendió por el sur de Norteamérica y el doctor Joseph Goldberger en los primeros años del siglo XX hizo un experimento que consistió en tratar un grupo de presos con alimentos como semola de maíz y al poco tiempo empezaron los síntomas de la pelagra, parecía confirmarse que el causante era este alimento.
En definitiva la enfermedad se produce por la carencia de miacina o vitamina B3, remediándose la enfermedad con un tratamiento rico en frutos con esta vitamina y dieta variada y por ello la enfermedad afectaba a las clases humildes que tienen poca variedad en su dieta.
El maíz vino del Nuevo Mundo descubierto por Colón y por principio se pensó que quitaría mucha hambre en Europa, pero con él apareció la carencia de la vitamina que introdujo en el Antigüo Mundo la pelagra.
La nixtamalización, se utiliza en América en la masa del maíz en mesoamérica lo que hizo que la pelagra no fuera epidemía en allí, consiste en un proceso de cocción con agua y cal viva previa a la elaboración de las tortitas de maíz, base de la alimentación de estos nuevos territorios y como no se vio el peligro, el cultivo se extendió al resto del mundo, pero era una trampa porque consumido como sémola o de otra forma distinta no se asimilada la miacina y una dieta pobre de alimentación hacia que otros productos no pudieran cubrir el déficit de B3. ¿ Sería esa la maldición por la viruela llevada allí al imperio de Moctezuma ?. Quizá, el caso fue que igual que las personas y los conocimientos, las enfermedades también fueron y vinieron por el Atlántico.
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