El Califato de Córdoba se consolida y desarrolla, militar, económica y de forma científica durante los califas Abd Al-Rahman III, su hijo Al-Hakan II y el gobierno de Ibn Abi Amir (Almanzor), convirtiéndose en la Atenas medieval, de allí se trasmitió la cultura a la Escuela de Traductores que se encargaron de traducir al latín los textos griegos, árabes y judíos de astrólogos, matemáticos, filósofos, médicos o todo tipo de científicos, que de otra manera se habrían perdido en la Edad Medía.
Se desarrollo la producción de cristal, se implantó el sistema numeral árabe con el cero y el concepto de infinito, desapareciendo el sistema romano que no los tenía, se construyo la mayor biblioteca de Occidente con unos 500.000 manuscritos de todas las ciencias. La medicina y la alquimia pudieron florecer en el califato y de oriente se trajo la producción de la seda. Averroes comentó la filosofía de Aristóteles, planteándose el dilema entre dogma y razonamiento, llegando al resultado de que cuando el dogma se opone a lo racional hay que entenderlo de forma metafórica, estos pensamientos le condenaron al destierro.
Se transmitieron y tradujeron los conocimientos de Eratóstenes y de Ptolomeo, se supo de las galaxias y sus estrellas que se situaron en el firmamento y por lo tanto en la Esfera Celeste según los principios de Ptolomeo, según los cuales existía una esfera concéntrica con la terrestre y en la que se situaban las estrellas y planetas, ya tuvieran nombres clásicos o árabes, se conoció como orientarse en las estrellas gracias al astrolabio, la aguja de malear, la escuadra graduada y la ballestilla, ademas de las técnicas de construcción naval, así como la navegación por estima con la barquilla y la corredera de nudos, materias imprescindibles para afrontar la navegación en alta mar de los océanos.
Estos son los antecedentes que hicieron dominar a los pilotos de los descubrimientos aquellos conocimientos necesarios para la época de los navegantes, a los que se encargó de formar la Casa de Contratación de Sevilla, fueron fundamentales, la aguja de marear, que fue el precursor de la brújula, en ella se situaba el norte magnético terrestre y con ella se podía visualizar el ángulo de desviación respecto a los polos de la línea proa popa y el astrolabio que constaba de discos móviles e intercambiables, que situaban las estrellas en las puntas del disco Araña o el movimiento del Sol por la eclíptica en la Esfera Celeste, además de dos discos llamadas Tímpanos, donde se sitúan los paralelos de cada hemisferio o la Alidada que permitía fijar la altura de los astros de la Araña en grados minutos y segundos.
La caída del califato se produjo tras una guerra civil o Fitna que comenzó a principio del siglo X con el asesinato del hijo de Almanzor. Se destruyó el Alcázar Andalusí y Medina Azahara y aparecieron las primeras taifas, todo ello trajo como consecuencia que el propio califato se acabara transformado en otra taifa y el fin de la hegemonía de Al-Andalus.
La cultura y el conocimiento de Los califas se dispersó, con la desaparición de estos y la aparición de los reinos de taifas, Toledo fue uno de estos reinos, que disponía en aquellas épocas sobre 200.000 habitantes, entre musulmanes, judíos y mozárabes, con una biblioteca de 250.000 ejemplares manuscritos en árabe, pero claro cuando Alfonso VI en el siglo XI conquista Toledo es un problema, pues no se entiende el árabe, disponiendo de una serie de conocimientos que no pueden adquirir, todo esto cuando las abadías con sus manuscritos en latín, de esa época, solo llegaban a los 5.000 manuscritos entre todas ellas..
Alfonso VI hizo venir monjes de Cliny y entre ellos estaba Bernard de Sadirac al que se nombró arzobispo de Toledo, también estaba entre los monjes Raymond que fue sucesor de Bernard.
El arzobispo Raimundo al ver la biblioteca llena de escritos que no podía descifrar busco una solución y fue el canónigo Domingo Gundisalvo el que propuso a un judío converso que se hizo llamar, Juan Hispano, por el dominio de su lengua natal, el judio, las lenguas de la convivencia, el árabe y la lengua romance de Castilla.
Juan Hispano, cogió un texto de la biblioteca, en árabe, por supuesto, y se lo lee a Gundisalvo en la lengua romance, el castellano antiguo, lo cual sería como una traducción automática, Gundisalvo toma apuntes de la lectura traducida que luego traslada al latín por escrito. Así traducen " De Anima" de Avicena, ya en el siglo XII, de esta manera empieza a funcionar la Escuela de Traductores de Toledo.
Por Europa se extiende el éxito de aquella traducción, así como las siguientes de textos en árabe de autores clásicos, sobre todo griegos, y que esto es posible a los judíos que conviven junto con los musulmanes en Toledo y conocen el árabe.
Llegan a Toledo monjes de toda Europa, para traducir los textos árabes al latín, como Platón de Tivolí, Hugo Sanctallensis, Adelardo de Bath, Roberto de Retene, Miguel Scott y otros.
Gerardo de Cremona vivió veinte años en Toledo y aprendió árabe, tradujo a Ptolomeo y realizó unos cálculos sobre la posición de los astros en varias tablas astronómicas.
El 47 por 100 de las traducciones fueron de cálculo y cosmología; el 21 por 100 de filosofía; el 20 por 100 de medicina; un 8 por 100 de religión, física y ciencias naturales y el 4 por 100 de química y ocultismo.
Posteriormente, aparecieron otras ciudades que se dedicaron a traducir textos del árabe y del judío al latín: Sevilla, Tarragona....., con un efectivo trasvase de cultura del islam al cristianismo.
El papel lo introdujeron los árabes en España en el siglo XI, conservándose un misal de entonces.
Durante el reinado de Alfonso X El Sabio, se trasladó a Toledo los restos de la biblioteca de Al- Hakam II, que fueron traducidos, pero no solo ya al latín, sino también al antiguo castellano y al francés, Toledo se convirtió en la capital europea de la cultura. Se empezó en esa época a hacer creaciones propias, las Tablas Alfonsíes de Observaciones Astronómicas, tratado que admiro Copernico, todo gracias al observatorio que mandó construir Alfonso X, el mismo se encargó de dirigir las traducciones con versiones al castellano romance.
La Escuela de Traductores de Toledo lo que fue realmente fue un movimiento cultural que enriqueció la cultura Occidental y que sirvió de fuente de conocimiento básico para la formación de lo que en la época de los descubrimientos fue la Casa de Contratación de Sevilla, que no solo fue un órgano administrativo de las Indias sino también una sede del conocimiento y formación, conjuntamente con las universidades de Alcalá, Salamanca o Coimbra a donde se trasfirieron muchos de los conocimientos adquiridos en estas épocas y sin los cuales no hubieran existido ellos como fuentes del conocimiento para el Nuevo Mundo, ni para el resto de Europa.
Quiero terminar en estos días de epidemia por el corona virus, con la invocaciones marineras en las navegaciones en el Mar Tenebroso, al iniciar el día, por si nos ilumina el Señor en el futuro a los hispanos, hoy como lo hizo en el Descubrimiento del Nuevo Mundo con la Escuela de Traductores de Toledo..
Bendita sea la luz
y la Santa Veracruz
Bendito sea el Señor de la Verdad
y la Santísima Trinidad
Bendito sea el Alba
y el Señor que nos lo manda
Bendito sea el día
y el Señor que nos lo envía
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