lunes, 28 de enero de 2019

LA ODISEA DE LA TIERRA AUSTRAL INCOGNITA

Desde los tiempos de Tolomeo y Eratóstenes se pensó que el mundo estaba equilibrado y que por lo tanto, al ser una esfera, tenía que haber una masa continental en el Hemisferio Sur, en la zona que hoy corresponde al Pacífico que equilibrase a la masa de los continentes Euroasiático y Africano en el Hemisferio Norte, esta masa continental existía y está formada por la Tierra Austral y el continente de la Artantida, es lo que se llamaba la Tierra Australís Incognita, aunque se pensaba que estaba unida toda y con Ásia también, cosa que Elcano demostró que no estaría unida en una sola masa continental al dar la vuelta al mundo solo por mar.

Después del descubrimiento de América por Cristobal Colón y el Mar del Sur por Vasco Nuñez de Balboa, quedó claro que ese continente estaría desplazado en el Pacífico al tener razón los cálculos de Eratóstenes sobre los de Tolomeo al ser la dimensión del mundo mucho más grande, pero por el principio de equilibrio de la tierra, el continente Australis Incógnita  tenía que esta más al sur de las Molucas, en el Pacífico y por debajo de la línea del Ecuador. Magallanes ya pensó que la Tierra del Fuego era una parte del desconocido continente cuando descubrió el Estrecho que lleva su nombre.

Esta aventura se inicia con la formación de una flotilla, en la que fue la carabela San Lesmes, con la intención de reclamar las Molucas para el Imperio de Carlos V.

Se pensaba que la tierra Australis Incógnita se tenía que encontrarse al este del Meridiano de Tordesillas y que por lo tanto correspondía descubrirlo a España, seguían siendo dos reinos separados, aunque este tratado fue anterior a la expedición de la carabela San Lesmes, mandada por Fernando de Hoces en la expedición de García Jofre de Loaisa, en la que iban Elcano y Urdaneta, para reclamar las Molucas para la Corona de Castilla.

Se ha descubierto que los primeros que pudieron llegar hasta Australia fueron los gallegos que tripulaban la San Lesmes de la expedición de García Jofre de Loaisa, que fue la posterior a la de Magallanes/ Elcano,  en la carabela mandada por Fernándo de Hoces que separada por una tormenta, al pasar el llamado Mar de Hoces o Pasó de Drake para los ingleses, puso rumbo más al Sur en ese Hemisferio, de la que no se supo nada hasta hace poco tiempo al encontrarse cañones, cruces, espadas y restos en Nueva Zelanda y hasta construcciones a semejanza de los hórreos gallegos, los patakanes, de ella sólo regresaron  algún miembro de la tripulación presos de los portugueses, pero  parece seguro, hoy en día, que fueron los primeros en pisar el Continente  Austral que imaginaron griegos y romanos en el Hemisferio Sur, fueron tripulantes de la carabela San Lesmés, aunque el Polo de ese hemisferio quedó pendiente de descubrirlo ya avanzado el siglo XVIII, siendo los españoles de la fragata San Lesmés los primeros en llegar a la Antartida también, pero esa es otra historia.

Otra expedición hispana que estuvo por el continente Austral fue la de Fernando de Quiros había sido piloto de Álvaro de Mendaña, en su segundo viaje de colonización de las Islas Salomón y acompaño después de la muerte de este a Isabel de Barreto, su mujer, en el regreso a Filipinas y al resto de la expedición por la ruta del Tornaviaje hasta el Perú. Con cartas del Papa logró que se formara una expedición para intentar descubrir la Tierra Australis Incógnita, a principios del siglo XVII partió del puerto del Callao en Perú con tres barcos y 300 marineros y soldados llegando a las Islas Tuamotu, luego las Nuevas Hébridas, entre otras.

Descubrió una isla mayor en las Tuamotu que pensó que era el continente Austral, llamándola Austrialía del Espíritu Santo, tomando posesión de toda la tierra situada al sur hasta el Polo en nombre del rey de España , para lo cual quiso mezclar Austria, por la dinastía que reinaba en España, con Australía, allí se fundó la ciudad de Nueva Jerusalén que se abandonó cuando surgieron discrepancias con los indígenas,  la isla se sigue llamando Espíritu Santo, un tiempo después se embarcó y puso rumbo a Nueva España por la ruta del Tornaviaje abandonando la expedición, tomó el mando su segundo, Luis Vaez de Torres que estuvo buscando el barco, al no encontrarlo se dirigió otra vez a tierra, dándose cuenta  que lo descubierto era una isla.

Vaez de Torres siguió navegando pasando por el estrecho que separa Papúa Nueva Guinea de Australia, llamándolo Estrecho de Torres, y aunque no tocaron tierra en la isla, lo cierto es que la descubrieron, pero pasaron de largo para tomar rumbo a Manila

En el siglo XVIII se convocó a James Cook para hacer una expedición al Pacífico Sur con las instrucciones conocidas de medir el transito de Venus por el Sol, probar el reloj de Harrison para el cálculo de la longitud geográfica y otras misiones en sobre secreto que no debía de abrir hasta haber completado la primera ya indicada, el Endeavaur partió de Inglaterra con destino al Hemisferio Sur por la ruta del Cabo de Hornos, cuando los ingleses navegaban por el Cabo de Buena Esperanza,  una vez completada la primera fase del viaje en Tahiti, habiendo descubierto el remedio contra el escorbuto en el zumo de los cítricos, además de haber podido situar con el Reloj Náutico, la longitud del navío perfectamente, emprendió la segunda dirigirse a Nueva Zelanda, Tasmania y al este de Australia para comprender si era isla o continente, completando su mapa y demostrando que la Tierra Austral Incognita no formaba un único continente como pensaron los griegos clásicos, sino dos masas terrestres fundamentales, Australía y la Antartida. Es de suponer que le habían pasado a Cook la información que disponían de la ruta del San Lesmes obtenida vía Casa de Contratación o después la ocupación de Manila por la East Indian House..

Los primeros europeos en llegar a Nueva Zelanda y Australía eran gallegos y viajaban en la carabela San Lesmés de la expedición de García Jofré de Loaisa, 240 años antes de que el capitán Jamés Cook, extraordinario marinero, astrónomo y científico, que incorporó al mundo el continente austral y Nueva Zelanda, además de Tasmanía y pese a mi admiración por el marino ilustrado, Inglaterra pirateo y se aprovecho de unos conocimientos y unas rutas que partían de Europa, que pasaban por el extremo sur de América, que tomaron la ruta española, no la portuguesa, que pasaba por la India  en la que transitaban normalmente y que se han encontrado restos de espadas españolas, morriones, cañones, expresiones latinas, etcétera, en distintos sitios tanto de Nueva Zelanda como Australía, tanto si las rutas las consiguieron cuando tomaron Manila, por la East Indian House, o por espionaje, lo cierto es que la Royal Navy tomó nota de ellos para llegar al mítico continente de Australis Incognita.

Fernando VII de España a principio del siglo XIX envió una escuadra para reforzar a los realistas del Perú, llamada la Flota del Mar del Sur, al pasar por el Cabo de Hornos se perdió el rastro del San Telmo en el Mar de Hoces, el navío iba con 644 tripulantes e infantes de marina que desaparecieron hasta que años después en una expedición inglesa encabezada por william Smith, encontraron los restos que pertenecieron del San Telmo de 74 cañones en una isla de las Settland del continente de la Antartida , llegando a la conclusión que la San  Telmo de la Armada Española debió ser la primera en pisar en el continente helado del sur.

Lo cierto, es que las expediciones españolas en el Hemisferio Sur y en los posteriores descubrimientos del Capitán Cook se basaron en lo hecho por los españoles y portugueses muchos años antes. El Papa Juan Pablo II en su visita la calificó la isla como "Australia del Espíritu Santo" como recuerdo del explorador y descubridor Fernando de Quiros, estando la Antártida estaba también incluida en lo que se entendía entonces como la Tierra Australis Incógnita, aunque fue el capitán Cook el que demostró que no era un único continente como presupusieron los griegos como Eratóstenes, Tolomeo o Aristóteles.




viernes, 25 de enero de 2019

LOS MISTERIOS DE LAS MIGRACIONES POLINESIAS Y LOS RAPA NUI DE LA ISLA DE PASCUA

¿Como pudieron los polinesios navegar por el inmenso Mar del Sur para emigrar desde un hemisferio al otro del Pacífico?.

Durante años se pensó y se llegó a la certeza que desde las Islas Hawai hasta la Isla de Pascua desde el Pacífico Norte al Sur todos descendían de una misma rama la polinesia. La pregunta y su respuesta  que vamos a hacer pedía más aclaraciones al tema:
-¿Pudieron navegar tanta distancia?.
-¡Si pudieron !, a lo largo de una historia de mucho tiempo y muchas generaciones.

Los Españoles que viajaron de América a las Molucas, las Filipinas, las Salomón, etcétera, no podían emprender la vuelta de retorno, por la Corriente Ecuatorial Pacífica o los vientos Alisios que recorren el océano de Este a Oeste, facilitando la ida, pero imposibilitando la vuelta.

Thor Heyrdahl intentó demostrar que fueron los habitantes de Sudamérica de culturas pre-incaicas y no los polinesios los que emigraron por el Pacífico, para demostrarlo navegó en 1948 desde América hacia Oceanía en una balsa, la Kon-Tiki, gracias a los vientos favorables de los Alisios llegó al centro de Oceanía, pero la genética une a todos los polinesios y les distancia de los indios americanos. Aseguró el explorador que los primeros en la isla de Pascua fueron los indios americanos y que más tarde llegaron los polinesios, razonamiento de escasa defensa en genética de raza.

En los años sesenta la expedición española del Uru-Viracocha que partió de las costas del Perú en una barca hecha de totora, planta que se encuentra en el lago Titicaca y de la que se hacen las barcas e islas de la laguna, intentó demostrar que con un barco de este material de origen anterior a los incas podía cruzar el Pacífico con medios primitivos, pero la identidad polinesia seguía encima de la mesa y contradecía lo conseguido.

Entonces. ¿Como lo hicieron?:
- Existen corrientes marítimas circulares en el Pacífico simétricas en el Hemisferio Norte y Sur con eje en el Ecuador.
Hemisferio Norte.-Corriente Ecuatorial Norte: Recorre de Este a Oeste el ecuador.
                               Corriente del Kuroshio: Recorre de Filipinas hacia Japón y de allí va a California.
                               Corriente de California: Recorre la costa Californiana hacia la Ecuatorial Norte.
Hemisferio Sur.-Contra Corriente Ecuatorial: Recorre el Ecuador dirección Oeste a Este
                           Corriente Ecuatorial Sur: Recorre de Este a Oeste el Ecuador debajo de la Contra Corriente.
                            Corriente del Este de Australia: Recorre la costa oriental de la Tierra Australís a la Corriente Circumpolar Antártica.
                             Corriente Circumpolar Antártica: Recorre la costa Antártica hacia la de Humboldt o de Perú.
                              Corriente de Hunboldt o del Perú:Recorre la costa del Pacífico hacia la Ecuatorial Sur.
- Existen vientos marítimos circulares en el Pacífico simétricos en los dos Hemisferios y con eje en el Ecuador.
Hemisferio Norte.-Alisios: Recorren de Este a Oeste el Ecuador.
                               Vientos del Oeste: Recorre de Oeste a Este desde Japón hacia California y los Alisios.
Hemisferio Sur.-Alisios: Recorren de Este a Oeste el Ecuador.
                            Vientos del Oeste: Recorre de oeste a este por el océano próximo ala Antártida hacia América y los Alisios.

Estas corrientes y vientos circulares implican el desplazamiento al Norte en ese Hemisferio si con vela querían ir hacia América y al Sur si están en el otro Hemisferio. Según lo cual si  salían de Hawai recorrerían la corriente del Kuroshio y los Vientos del Oeste, hasta California allí tomarían los Alisios y la Corriente Ecuatorial para desembocar en la Corriente del Este de Australia, para tomar los Vientos del Oeste y la Corriente Circumpolar Antártica para llegar a la Corriente de Humboldt y con ella y los Alisios acercarse a la isla de Pascua, este recorrido así. u otro a la inversa. o en una parte de la ruta. se debió realizar durante un largo ciclo que debió alcanzar muchos años, incluso siglos y siempre forzados, por guerras, hambre, etcétera,  pasando de isla en isla, pero siempre con viento y corriente de popa.

Se ha sugerido. que los polinesios podrían haber navegado de Ceñida en contra del viento, pero nunca en contra de las corrientes, tanto si se encontraran al Norte, o al Sur. La  Navegación de Ceñida, presupone que las velas se colocan con el menor angulo respecto al viento de proa que hace describir un rumbo zigzageando mediante el cual el barco avanza de proa. en contra del vientos realizando derivas invertidas al girar las velas al menor ángulo respecto al viento de proa, que le hace avanzar, rumbo muy difícil de seguir en largas distancias y con pocos conocimientos de navegación y si se suma a esto corrientes contrarias al rumbo el avance solo lo pueden hacer por marinos muy avezados, aparte de tener que guiarse por la cúpula celeste, para determinar rumbo y sin brújula.

Si unimos el último razonamiento, con la genética polinesia en toda Oceanía, excluyendo la raza india en los genes de los distintos isleños, llegamos a las siguientes conclusiones:
1ª.-La herencia de los pobladores de las distintas zonas del Pacífico es idéntica, la de los polinesios.
2ª.-La navegación entre islas se hizo durante michos años y de isla en isla.
3ª.-El rumbo de los navegantes fueran de Sur a Norte o al revés y del Este al Oeste o al revés, se siguió siempre el rumbo y la ruta de corrientes y vientos.
4ª.-No se puede decir si subieron o bajaron por el Pacífico, probablemente fue en ambos sentidos, pero siempre siguiendo corrientes y vientos favorables.
5ª.- Nunca navegarían de Ceñida contra el viento, porque desconocían como se hacía, y no podían ir tampoco contracorriente.


                             

lunes, 21 de enero de 2019

ISABEL DE BARRETO LA ALMIRANTA DE LA BÚSQUEDA DE LAS ISLAS DE OFIR (LAS SALOMÓN)

Isabel de Barreto fue la primera mujer que ocupó el mando de una expedición de descubrimiento y conquista en el Pácifico, las mujeres en la época del descubrimiento no podían ir solas al Nuevo Mundo pero si lo hacían acompañadas de  un familiar y desde el primer momento del descubrimiento hubo mujeres en las expediciones, caso de la Isla La Española, en el segundo viaje de Colón o en la conquista de lo que fue México o Nueva España, cuando Cortés en la Noche Triste llora la perdida de mujeres y niños hechos prisioneros y sacrificados por los aztecas y en esa circunstancia se encontró la almiranta, pues puso su fortuna personal en la expedición a las míticas Islas de Ofir en manos de su marido Alvaro de Mendaña y le acompañó.

El hemisferio sur del Pacífico era totalmente desconocido después del descubrimiento del Mar del Sur por Vasco Núñez de Balboa y de la vuelta al mundo de Magallanes-Elcano, la exploración se centró fundamentalmente en las especias y en las Islas de las Molucas y Filipinas, se pensaba que existía un gran continente el  Australís, pero en Perú desde los primeros momentos de su conquista se extendió la leyenda de que las Islas de Ofir estaban en ese hemisferio sur del Pacífico, estas islas eran donde la Biblia situaba las Minas del Rey Salomón, lo que despertó las ansias de los españoles de encontrarlas y por ello recorrer los mares del sur del Pacífico.

Álvaro de Mendaña puso en marcha la expedición que recorrería los mares del sur del Pacífico para encontrar las Minas del Rey Salomón era sobrino del gobernador del Perú y con dos naos y 160 hombres salió del puerto del Callao en noviembre de 1567, con el iba Pedro Sarmiento de Gamboa,  que era cosmógrafo, explorador de la Patagonia y de la Artántida años después, con el cual tuvo discrepancias sobre el rumbo a seguir, llegado a las Islas Ellice y más tarde avistaron las que creyeron eran las Islas de Ofir y las llamaron las Islas Salomón, explorando las islas de Santa Isabel, Guadalcanal, San Cristobal, Santa Ana, etcétera creyendo encontrar indicios de oro y especiería, razón por la cual Álvaro de Mendaña pensó en regresar al Perú y retornar con otra expedición de colonización.

En 1565 Ándres de Urdaneta había recorrido la ruta del Tornaviaje o del Galeón de Manila abriendo la ruta comercial más duradera de la historia y Álvaro de Mendaña decidió tomarla para regresar, para lo cual tuvo que subir hasta la latitud del paralelo 40º Norte para regresar por California con la corriente del Kuroshio y bajar hasta el Perú en el puerto del Callao.



Para organizar la nueva expedición a las Salomón, nuestro descubridor se desplazó a España para firmar las correspondientes capitulaciones y según las cuales la financiación correría por su cuenta. En principio el virrey del Perú se opuso a la expedición, Francisco de Toledo, y fue el siguiente virrey quien la autorizó, contaba con dos naos, una goleta, una fragata y 280 hombres de tripulación, además de colonos y varias mujeres entre las que estaba Isabel de Barreto, esposa de Mendaña y que aportó su dote, también estaba Pedro Fernández de Quiros, quién dirigió la expedición que buscó la Tierra Australís .

Tras salir del Callao en junio de 1595, al cabo de un mes de navegación llegan a las Islas Marquesas que titulan así en nombre de la mujer del virrey, partieron de nuevo hacia las Salomón pero se quedaron en la Isla de Santa Cruz, allí se perdió una de las naves con muchos tripulantes y de la que nunca se supo nada, aparecieron las enfermedades y Mendaña contrajo la malaria de la que murió, siendo sustituido por su esposa Isabel de Barreto, la que tomó la decisión de abandonar el proyecto dirigiéndose a las Filipinas y fue su piloto Fernández de Quiros quien dirigió el viaje a Manila a donde llegaron solo un centenar tras múltiples miserias y penalidades y donde en más de una ocasión pidieron el hundimiento de los barcos. Años después Fernández de Quiros fue el que fracasó en encontrar la Tierra Australís con otra nueva expedición.











jueves, 10 de enero de 2019

LA ODISEA DE LA EXPEDICIÓN DE RUY LÓPEZ DE VILLALOBOS

La historia de los descubrimientos de esta gran nación está llena de episodios y gestas épicas que agrandan su historia, hoy voy a relatar la de Ruy López de Villalobos, navegante español que dio nombre a las  Islas Filipinas y del que conocemos su aventura y desventura gracias al cronista García de Escalante Albarado que navego en su expedición desde Nueva España hasta las islas que había más allá del poniente del Pacífico, tal como lo hizo otro navegante en el Atlántico antes que él, Cristóbal Colón, pero no con su ventura, el sentó las bases sobre la que poco después se establecería el comercio con Cipango y Catay como soñó el almirante.

La expedición se monta siguiendo instrucciones del Virrey de Nueva España, Antonio de Mendoza, se monta con seis barcos que saldrán del puerto de Natividad es el estado actual de Jalisco con dirección de poniente, navegando con los vientos Alisios, cuando llegaron a las islas Carolinas encontraron nativos que les saludaron en español y vieron una cruz, producto de las expediciones en tiempos del emperador Carlos, Lopez de Villalobos  en ese viaje dibujo cartas en las islas del Rey que correspondían correctamente con el archipíelago de Haway, dos siglos antes de que llegará James Cook.

La primera isla de las Filipinas a las que llegó fue la de Mindanao después llegaron a Luzón y Leyte, más tarde pasó a tierra continental y levantó el primer fuerte que tuvo que abandonar por las tríbus hostiles, la expedición se dirigió entonces a las Molucas donde fueron hechos presos por los portugueses pero él murió en Amboine, de malaria y hambriento, atendido por el jesuita San Francisco Javier en el viaje a Japón. El resto de los expedicionarios fueron apresados por los portugueses, regresando a España dos años después por la ruta portuguesa del cabo de Buena Esperanza.

España había fundado la Casa de Contratación de las Especies en la Coruña para el negocio de las Molucas que a la larga y tras el Tratado de Zaragoza fracasó, no obstante estas circunstancias no desmerecen aquellos hombres las difíciles circunstancias con que se encontraron y siempre con la imposibilidad de regresar por donde habían venido que en muchos casos quedaron condenados a  quedar en las islas de Oceanía, o regresar presos de los portugueses, en el mejor de los casos. Por ellos y sus memorables historias por defender con sus vidas España, por el sufrimiento que pasaron y por las enfermedades y el hambre que pasaron, lanzo el brindis de Diego Acuña, capitán de los tercios viejos en la obra de teatro "El Sol se ha puesto en Flandes" del autor Eduardo Marquina:

¡ Por España !
y el que quiera defenderla
honrado muera;
y el que traidor la abandone
no encuentre quien le perdone
ni en Tierra Santa cobijo,
ni una cruz sus despojos,
ni la mano de un buen hijo
para cerrarle los ojos.