Cuando Doña Marina, la Malinche, tuvo a Martín Cortés, hijo de Hernán Cortés, estaba abriendo las puertas al mestizaje en Nueva España lo que ya había propuesto la Corona Española al prohibir viajar a las españolas al Nuevo Mundo, si no iban acompañadas por un hombre que fuera familiar próximo. La Malinche no era azteca pero conocía la lengua y además la de los mayas que con un español que había vivido con estos, Gerónimo de Águilar, pudo Cortes tener traductores para relacionarse con los distintos aborígenes y a pesar de no estar muy bien considerada, ella es la mujer que fue origen de la sociedad mexicana actual y yo siempre he pensado que la sociedad que no conoce su historia es como las personas que están sin memoria, es decir con alzheimer que no saben de donde vienen, como están y a donde van, por eso reconocerse es identificarse con los tuyos, es decir tener una identidad es conocer a los que fueron tu padre y tu madre, que lengua hablaban, que religión tenían, etcétera, por ello esta mujer, Doña Marina o la Malinche debería ser tomada como un símbolo más de la nación mexicana.
Después de explicar el mestizaje americano, otra característica del Virreinato de Nueva España era su inmensidad, llegaba: A la Florida y las colonias inglesas por el este, a la Baja y Alta California al oeste o Oregón al norte y al sur hasta Panamá, además de Cuba y Filipinas. La comunicación fue muy importante y por eso el Camino de Tierra Adentro salía de México capital y se dirigía a Santa Fe en el actual Nuevo México, conectando las tierras del norte. En el comercio, aparte del Galeón de Manila con Filipinas y la Flota de Nueva España que conectaba con la Flota de Tierra Firme en la Habana, España y Europa. Existía la prohibición de comerciar con otros virreinatos, si no era con la mediación de la Casa de Contratación, lo que favoreció el contrabando entre virreinatos y con potencias extranjeras, lo que creo un gran malestar entre los criollos, creándoles aversión al monopolio.
La reconstrucción de México capital fue una labor emprendida por Hernán Cortés al estilo europeo tuvo una plaza central con dos direcciones principales una norte-sur y otra este-oeste, con calles en cuadrícula.
El impacto social que tuvo la conquista española fue muy fuerte por la cantidad de fallecimientos que produjeron las enfermedades de los españoles, pero hay que decir que se trató a los indios igual que a los españoles, porque además no había comunidades separadas y por lo tanto los padecimientos indios se tomaron como propios y hubo médicos y hospitales, para curar las infecciones, incluso se organizó la expedición Balmís para curar la viruela, el doctor Balmís llevó una serie de niños inmunes a la viruela del orfanato de La Coruña, según las practicas realizadas por Jenner hasta Nueva España vacunando con ellos a todo el continente, cuando la vacuna todavía no existía, no obstante la viruela provoco el despoblamiento de la costa y la repoblación interior, pues parecía que afectaba menos en determinadas alturas, aparte de que existían más tierras cultivables para atender las ciudades creadas Zacatecas, Guanajuato, Pechuga y Fresnedillo principalmente y las minas explotadas.
La economía floreció, gracias a la minería y el comercio hacia Filipinas y España, lo que provocó el crecimiento de las explotaciones agrícolas de trigo, otros cereales y azúcar, así como las ganaderas de ovejas, cerdos y vacas que proporcionaran leche, carne y lana, para las nuevas vestimentas y el alimento de trabajadores, encomiendas y minerías, las principales explotaciones mineras fueron las de plata, oro y cobre, de las que se llevaba la Corona el Quinto Real en concepto de impuesto, consecuencia del crecimiento económico fue la construcción de grandes edificios, iglesias, conventos y catedrales que adornaron las ciudades del virreinato, el monopolio de la Casa de Contratación provocó la incansable explotación de las minas de oro y plata y surgió la rivalidad entre los criollos y los españoles, de tal manera que los criollos se llamaban a si mismos novohispanos para distinguirse de los que venían de la Península Ibérica, además de los cargos públicos que ocupaban estos últimos, esto hizo que los criollos ensalzaran la cultura precolombina como desprecio de lo que procedía del otro lado del Atlántico, motivo del nacimiento del resentimiento hacia la Corona, pero ellos eran hijos de los encomenderos y por lo tanto se resentían también contra sus predecesores .
El éxito logrado por Balmís, al aislar los brotes de viruela, hizo a la larga el efecto de que no hubiera necesidad de comercio negrero o sus mestizos, y no exista una población tan extendida como sucedió en el Caribe, aunque si hubo contrabando negrero y tráfico de esclavos.
El éxito logrado por Balmís, al aislar los brotes de viruela, hizo a la larga el efecto de que no hubiera necesidad de comercio negrero o sus mestizos, y no exista una población tan extendida como sucedió en el Caribe, aunque si hubo contrabando negrero y tráfico de esclavos.
No obstante, tras doscientos años de la independencia, se está llevando ahora a su justo punto de equilibrio, valorando más que antes todo aquello de su cultura procedente del Virreinato de Nueva España que durante muchos años estuvo despreciado en el México actual, cuando son todos ellos producto de por lo menos dos culturas, aunque son varias más.
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