AQUELLA OCASIÓN EN QUE LA CONTRA BRITÁNICA NAVEGÓ A LA HABANA OCUPÁNDOLA

La Carrera de Indias y su monopolio siempre despertó en Gran Bretaña sus deseos, pero gracias al eficaz sistema de fortificaciones de los puertos de la Carrera y la organización de las Flotas de Indias, el ataque requería una enorme organización tanto a los puertos como a las flotas, pues los puertos requerían desembarcos y tomar fortificaciones muy difíciles, con plazas casi imposibles de mantener y sin asistencia posterior por aislamiento respecto a sus propios territorios. En cuanto a las Flotas de Indias, era necesario tener una fuerza naval enorme de forma permanente para poder interceptarlas, cosa que no era fácil y por eso se intentaba entre las Azores y la Península, aunque el rápido auxilio les retraía y por eso tuvo escaso éxito, entonces  los británicos intentaron crear un cinturón de islas suyas en  el Nuevo Mundo para acosar el Caribe Hispano y la Carrera de Indías, siendo la Habana el nudo gordiano de ese tráfico mercantil de las Flotas de Nueva España, de Tierra Adentro e incluso del Galeón de Manila, hacia allí se dirigió una poderosa fuerza naval británica en la Guerra de los Siete Años.

La Guerra de los Siete Años supuso en realidad una guerra mundial, pues en ella estuvieron todas las potencias  europeas y todos los continente y en ella se dirime el poder entre Francía e Inglaterra, así como la aparición de potencias emergentes, como fue el caso de Prusía, España se vió forzada a entrar en ella por los pactos de familia de los Borbones y en ella se ocupó La Habana por los ingleses, pero no pudiendo mantenerla, se cambió por La Florida y Francia en compensación nos entregó Nueva Orleans que Bernardo de Galvez logró recuperar de Inglaterra en la Guerra de Independencía de los Estados Unidos.

En el siglo XVI Juan Bautista Antonelli, ingeniero constructor de la fortaleza del Morro sobre el puerto de la Habana, ya advirtió de la importancia de fortificar el Cerro de la Cabaña y esta fue la brecha que utilizaron las fuerzas británicas en 1762, durante la Guerra de los Siete Años para apoderarse de la Habana. Cuando terminó la guerra y los británicos devolvieron  la ciudad a España, Carlos III creó la fortaleza de la Cabaña en el cerro.

La flota inglesa apareció frente al fuerte del Morro el 6 de junio de ese año y se cerro el puerto con cadenas y hundió barcos en su entrada, militarizándose a la población, se fortaleció el cerro de la Cabaña y se mandaron tropas a Cojimar, por el Capitán General Prado de Portocarrero, con el desembarco en este último lugar, Pepe Antonio resistió con la milicia cargando a machete contra los invasores, pero finalmente logran desembarcar y tomar la Cabaña, desde donde hostigan la fortaleza de los Tres Reyes del Morro y la villa de la Habana que es evacuada de civiles, en cuyas defensas se distingue Luis de Velasco que personifico una resistencia todo bravura y valentía, junto a sus soldados de infantería de marina y tras la explosión de una mina con una carga a la bayonetas contra los pocos supervivientes, su figura de héroe es honrada todavía en la abadía de Westmister, por fin la fortaleza del Morro se rindió, cayo en manos Británicas, poco más tarde la plaza  y villa de la Habana. En la Toma de la Habana intervino George Washington con tropas coloniales a favor de  Gran Bretaña .

Sin embargo la plaza de la Habana no podía ser mantenida por los británicos, por su aislamiento y las necesidades de abastecimiento, por lo que al año volvió a manos Españolas a cambio de la Florida, que fue reconquistada más tarde por Bernardo de Gálvez junto con las Bahamas lo que permitió liberar el paso de la Carrera de Indias, la consecuencia perversa de esta ocupación fue aparición en Cuba de las logias de los masones ingleses que tiempo después harían de ariete para su independencia y la del resto de los virreinatos americanos.