El Virreinato del Mar de la Plata fue fundado por Carlos III en 1776 y estaba formado por Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay, el norte de Chile y el sur del Brasil, Juan Caboto o John Cabot le dio el nombre de la Plata, al considerarle el camino más corto para llegar a la mítica Sierra de la Plata y el Rey Blanco. Buenos Aires fue fundada en primera instancia por Pedro de Mendoza en 1536 y en una segunda ocasión por Juan de Garay en 1580 con el nombre de La Santísima Trinidad y el puerto Nuestra Señora del Buen Aire.
Este nuevo Virreinato se creó para proteger la zona de paises como Portugal o Inglaterra que siempre quisieron unos aumentar sus dominios y los segundos además apoderarse de las riquezas o abrir el comercio del monopolio español de la Casa de Contratación de Sevilla.
La ocasión se presentó propicia para Inglaterra tras la derrota franco-española en la batalla de Trafalgar, la Armada Española no existía, la Flota de Indias había hecho su último viaje en 1776 y se había abierto el comercio con el Nuevo Mundo, pero la Gran Bretaña estaba bloqueada por Napoleón en Europa y buscaba nuevos mercados para obtener las materias primas necesarias para sus producciones textiles y quien comprara sus productos, el nuevo virreinato parecía propicio para cubrir ambas necesidades, además las riquezas de Bolivia y su Quinto Real, que ya había disminuido al Diezmo Real, salía desde Buenos Aires en el Río de la Plata. Las disputas de las potencias europeas por las colonias americanas se enmarcaban en el proceso europeo de las guerras napoleónicas, Dos de las principales potencias, Francia y Gran Bretaña, se enfrentaban en el continente europeo y en las colonias, la independencia de las trece colonias americanas apoyadas por Francia y España marcaron el inicio de estas disputas, estas noticias fueron leídas por un grupo de criollos masones encabezados por el venezolano Francisco Miranda, el plan Maitland y el encuentro de Miranda con Home Popham, así como el memorándum firmado en 1804, según el cual se acordaba un ataque a Buenos Aires y Montevideo, además de la invasión de Venezuela, garantizando el libre comercio.
La preparación de la invasión se realizó en El Cabo se hizo en 1806, después de tomar esta ciudad e inician los preparativos para asaltar Buenos Aires, un regimiento de Highlanders, cinco navíos de guerra más 5 veleros, donde iban 1.500 soldados y oficiales.
El virrey pensaba que el ataque iría contra Montevideo, pero el 24 de junio la flota inglesa inicia el ataque y el gobernador de Buenos Aires huye hacia Córdoba, la parte del Tesoro Real procedente de Bolivia, la entregó al Cabildo que fue la que lo entregó a las tropas británicas, para llevarlo luego a Londres, Beresford jefe de la fuerza de asalto izó la bandera de la Union Jack en el fuerte de Buenos Aires durante 45 días, respetando Cabildo, instituciones de la Iglesia Católica y los derechos civiles.
Martín de Álzaga empezó a organizar la resistencia criolla, pues vio peligrar su negocio monopolista con España. Liniers organizó las tropas reclutándolas entre Montevideo y Buenos Aires, se reclutó también a los gauchos y las guerrillas urbanas.
Ante la resistencia Beresford rindió el fuerte el 12 de agosto, la movilización popular contra los ingleses y el derrocamiento de Sobremontes, el virrey, ya hacía presagiar la declaración de independencia criolla en el Virreinato del Río de la Plata. Esta lucha tuvo el nombre de "La Reconquista".
La segunda incursión se produjo poco después y en ella se derrocó al Virrey Sobremontes y la resistencia recayó en el alcalde Álzaga y comandante Liniers que organizaron la resistencia del pueblo por calles, obligando a replegarse a los ingleses que aceptaron su rendición y la restitución de la ciudad de Montevideo, esta lucha se le dio el nombre de "La Defensa".
La segunda incursión se produjo poco después y en ella se derrocó al Virrey Sobremontes y la resistencia recayó en el alcalde Álzaga y comandante Liniers que organizaron la resistencia del pueblo por calles, obligando a replegarse a los ingleses que aceptaron su rendición y la restitución de la ciudad de Montevideo, esta lucha se le dio el nombre de "La Defensa".
España estaba desarbolada como su flota en Trafalgar y además en 1808 estalló la Guerra de Independencia contra Napoleón y aunque este virreinato participó en la lucha popular en España, la independencia era ya un hecho.
Gracias a la actuación popular, hoy se sigue hablando español en Argentina y Uruguay e Inglaterra no consiguió casi ninguno de sus objetivos, lo mismo que en el caso de Cartagena de Indias en el siglo anterior o en el caso de la primera Contra Armada organizada contra Santander, La Coruña, Lisboa y las Azores. Todo esto se logró gracias a la sublevación popular y al pueblo en armas, como en muchas otras ocasiones en nuestra historia, solo cabe concluir con la expresión de Mio Cid: "¡Que gran pueblo, si tuviera un buen señor!".
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