Cuando la reina Isabel I de Inglaterra decide reconocer la Iglesia Anglicana como oficial de la Corona, después de haber actuado en corso contra los territorios del Nuevo Mundo y contra los barcos españoles, después de haber ejecutado a María Estuardo, reina de Escocia, después de financiar y arman a los calvinistas flamencos, estaba sentando las bases para entrar en guerra con Felipe II de España .
A la vista de los acontecimientos, el Rey de España, pidió un plan de invasión de Inglaterra, al Marqués de Santa Cruz, Don Álvaro de Bazán, el mejor almirante que él tenía, vencedor de berberiscos, vencedor en las Terciarias - las Azores - y segundo de Don Juan de Austria en Lepanto, este propuso crear una gran armada, proceder a bloquear los puertos ingleses, llevar galeones hasta Flandes, una vez realizado el bloqueo, embarcar allí a los tercios y con ellos desembarcar en Inglaterra.
El Duque de Parma, Alejandro de Farnesio, jefe de los tercios en Flandes, se oponía, porqué pensaba que dos ejércitos separados por tantos kilómetros de distancia y con las dificultades de comunicación de aquellos tiempos, eran muy difíciles de coordinar. No obstante, se sometió a las disposiciones de Felipe II, pero el Marqués de Santa Cruz muere de tifus, sustituyéndole el Duque de Medina Sidonia que no era marino y quiso rechazar el cargo, pero no pudo.
La armada de España parte de Lisboa en dirección a la Coruña para abastecerse, de allí parte definitivamente el 22 de junio de 1588 con dirección al Canal de la Mancha con aproximadamente 130 barcos y parece sin intención de bloquear la flota inglesa en sus puertos. Es una fuerza muy diversa, hay barcos de guerra, barcos de transporte de tropas, barcos de avituallamiento y munición, además de barcos correo, con distintos desplazamiento, distinta maniobrabilidad y armamento, lo que crea dificultades de municionamiento, incluso hay barcos con cañones montados sobre ruedas grandes o cureñas muy grandes, lo que hace difícil la recarga.
Los barcos ingleses, son más modernos, con lineas más navegables, con cañones montados en cureñas más pequeñas e intentan evitar los abordaje, prefiriendo el bombardeo de lejos, aunque es poco eficaz, pues al intentar alcanzar las lineas de flotación consumen mucha munición sin resultado efectivo.
Cuando la armada española alcanza el Canal de la Mancha con viento de popa y en un consejo de guerra proponen atacar a la flota inglesa en Plymouth, puesto que con viento de sotavento los ingleses no pueden salir a la mar y los pueden embotellar, pero el Duque de Medina Sidonía tiene la orden de seguir hasta Flandes. Durante la noche el viento rola al este y la flota inglesa sale de puerto, con viento de barlovento y maniobra intentando flanquear a la armada, que se agrupa en formación de tenaza, con los mejor armados al frente y en los extremos de la formación, la flota no se atreve a atacar de cerca a la armada y la bombardea ineficazmente.
La armada recala en Calais, sufriendo escaramuzas con barcos incendiados llenos de pólvora para que estallaran entre los de la armada, además es convocando un consejo de guerra para analizar la situación, Alejandro de Farnesio informaba que tardaría cerca de 10 días en tener los tercios dispuestos para embarcar, tiempo excesivo por el hostigamiento de la flota inglesa, por el estado de la mar, con el viento soplando del este impidiendo avanzar en su dirección, tomaron la decisión de navegar hacia el norte donde gira el viento que viene del este, costeando por el mar del Norte y regresar a España bordeando Escocia e Irlanda, se ordena no acercarse a las costas de Irlanda de las que no se disponen planos, toda una incongruencia, hay un dicho castellano que dice: "Salir de Guatemala para caer en Guate-Peor", pues esto sucedió aquí , la flota inglesa se mantiene a distancia y pensando que han cumplido se retiran sin más batallas.
De los 112 barcos que regresan, solo llegan 93 a España, Felipe II recibe información de su sobrino Alejandro de Farnesio de la imposibilidad de conectar los tercios con la armada española, los barcos españoles en septiembre llegan a las costas del noroeste de Escocia e Irlanda, produciéndose una mar tormentosa y terrible que unida la Corriente del Golfo que allí desemboca, hace que las naves 20 naufraguen allí, los náufragos son matados y ahorcados, por los criminales ingleses que no les respetan o irlandeses que por robarles, los asesinan en playas y rocas. Francisco de Cuellar, capitán de la galeaza San Pablo naufragó en las costas de Irlanda del Norte que fue sentenciado a muerte por el Duque de Medina Sidonia por indisciplina y que logró sobrevivir a sus compañeros del naufragio a los que vio como los ahorcaron los ingleses o los asesinaron en la playa los irlandeses, llegó tras muchas peripecias incluido con otro naufragio, a Flandes. Existe una ruta en Irlanda que se llama "Cuellar Trail" que discurre por donde él estuvo, además de los "Black Irish" que se suponen descendientes de los españoles náufragos en Irlanda, de hecho él tuvo descendencia irlandesa, según reconoce en su carta escrita a Felipe II, se supone que Eamon de Valera era descendiente de españoles, la historia del capitán Cuellar se transformó en novela " El náufrago de la gran armada". Con el desastre de la Gran Armada los irlandeses descubren la patata, que llevaban los españoles en el naufragio y con la que lograran amortiguar la hambruna que padecían en su tierra.
Las conclusiones son claras, los españoles no bloquearon a la marina de Inglaterra cuando pudo y fue un error, la descoordinación y la falta de información provocó tomar la ruta más peligrosa para el retorno a España y tuvo la consecuencia del naufragio por desconocer que la Corriente del Golfo llegaba a las islas británicas y que el tiempo hacía ingobernables los barcos allí, además la batalla naval nunca fue resolutoria, terminando la guerra años después con el tratado de Londres en 1604.
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