Desde muy antiguo existe constancia de marinos vascos en las costas atlántica norteamericana, desde Terranova hasta las costas de las trece colonias inglesas al dedicarse a la caza de la ballena y la pesca del bacalao, con lo cual había un contacto intenso entre vascos y el nuevo congreso americano. Diego Gardoqui, de la empresa José Gardoqui e hijos de Bilbao, fue nombrado por Floridablanca intermediario ante el gobierno de los colonos norteamericanos de forma implícita, pues la Corona Española y su gobierno temía el contagió y que el movimiento de independencia norteamericano fuera un precedente que terminara copiándose en los territorios españoles en ese continente, el caso es que tuvo distintas reuniones con representantes de los rebeldes continentales norteamericanos.
El caso fue que desde el primer momento España atendió las necesidades de los rebeldes y por medio de la empresa Gardoqui se puso a su disposición 120.000 reales de a ocho en metálico, moneda de uso universal en el comercio mundial en esos momentos, a parte de diversas ordenes de pago por un valor no llegado a determinar, después de la guerra hubo cartas para su determinación entre los dos gobiernos y los Gardoqui pero nadie la determinó y si tenía también un importe muy grande, toda ella sirvió para crear el Dollar o el Spanish Dollar como modelo y partiendo del Real de a Ocho Columnario que con las dos del escudo "Plus Ultra" y el lienzo que las envuelve se creó el simbolo del Dollar, respaldando la deuda del nuevo estado rebelde de la Corona Inglesa, además se enviaron cañones, mosquetes, uniformes y tiendas de campaña en cantidad tan extensa que le permitió al general Washington vencer en la batalla de Saratoga.
El contrabando de España y desde Nueva Orleans se inició muy pronto, incluso antes del nombramiento de Bernardo de Galvéz como gobernador con los suministros de pólvora y balas de mosquetes, cosa que se vio aumentada con su nombramiento.
Existen informes desde París que certifican que el Congreso Continental tendría el trato más favorable desde la isla de Cuba, para atender todos los suministros que necesitara.
El tratado de Aranjuez de 1779 proclamó la entrada de España en la guerra a con Francia a favor de las rebeldes Colonias Americanas y en contra de Inglaterra, pero no se extendió sólo por el Nuevo Mundo, sino por Europa también.
La Armada Real Española se había estado reforzando desde los tiempos de Felipe V y en esas fechas era una flota muy eficiente, gracias a las aportaciones de José Patiño y Ensenada, marineros ilustrados como Jorge Juan o Alcalá Galiano, así como al interés de los primeros Borbones, Felipe V, Fernando VI y Carlos III, pues hubo momentos en que la Flota de Indias debió ser asistida por Fragatas Francesas. Jorge Juan diseño barcos de línea que consiguieron gran rapidez y maniobrabilidad alargando la eslora y acortando la manga, sobre el diseño de los barcos de guerra ingleses de línea, las fragatas, se fundaron astilleros como los de la Habana, Cádiz, Cartagena y El Ferrol con ingenieros y carpinteros de ribera y escuelas navales en Cádiz y El Ferrol. El mismo George Washington sostenía que sin la Armada Real no se podía ganar la Guerra a los ingleses.
Por parte de Bernardo de Galvéz estuvo pasando contrabando a los rebeldes, incluso ya antes de ser nombrado gobernador de Nueva Orleans y así mismo estuvo preparando tropas para el momento de entrada en guerra de España, él partió hacia la Florida que estaba en manos inglesas, con unas fuerzas de aproximadamente 700 hombres, entre veteranos, reclutas, milicianos, de Cuba, Santo Domingo o Puerto Rico, hombres negros libres, mulatos o indios, además de voluntarios norteamericanos, una parte por tierra firme que se vieron reforzados por las incorporaciones del camino y otros en una flotilla.
Tomó la fortaleza inglesa Mauchak en la Luisiana, la siguiente fortaleza cae en Batón Rouge, además de otras en la marcha, agregando al territorio español las riveras del río Mississippi. La flotilla llegó a Mobile, cerca de Pensacola, que se rindió, a Galvéz se le nombró responsable de todas las operaciones norteamericanas.
El 9 de marzo de 1791 se inicia el sitio definitivo a Pensacola, después de varios intentos frustrados por los huracanes, desembarcando Galvéz por sorpresa en la isla de Santa Rosa, externa a la bahía, allí se reorganizan y esperan refuerzos, posteriormente las tropas son desembarcadas en tierra y se sitúan cerca de la fortaleza George donde se refugian las tropas inglesas, llegados refuerzos franceses y españoles. Convencido José Calvo de Irazabal, jefe de la fuerza naval, por la entrada de Galvéz en la bahía, inicia la entrada con sus navíos. Finalmente la fortaleza George se rinde, tras explotar el depósito de municiones de la fortaleza por los morteros españoles.
Las consecuencias fueron claras, los británicos tuvieron que desplazar tropas a la frontera con Luisiana y Florida, quedando la Armada Real libre para hostigar Yorktown y acompañar a la francesa en la zona y el 17 de octubre de 1781 el general británico Cornwallis se rinde con su ejercito y flota inglesa allí situada.
España recuperó La Florida y aseguró el paso de las Bahamas, para las Flotas de Indias, tras su ataque por Galvéz a las Bahamas, rendirlas, así mismo quedó de nuevo en funcionamiento el antiguo "Old Spanish Trail" que ponía en contacto el Atlántico con el Pacífico, uniendo California con La Florida española. Todo este episodio sirvió para afianzar las posiciones perdidas en la Guerra de la Oreja de Jenkins o del Asiento y nivelar el poder naval en el mar, hasta el desastre de Trafalgar, donde ya España perdió en la práctica su control de los territorios de América.
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